Un rincón dónde desahogarme, donde aparcar mi dolor y compartir mi desgraciada experiencia con las negligencias medicas. Tus alas entre mis manos, es el " relato" de un diario que ya dura 3 años y 3 meses, en el que Erik, mi pequeño ángel, es el protagonista de ésta agonia eterna, de éste dolor que arde hasta no dejar vivir, de una lagrima que vive en mi mejilla dia a dia...
miércoles, 5 de febrero de 2014
Camino...
Acaba de llegar el mes de febrero y ya estoy pensando que en septiembre tendrías 5 añitos, maldito mes de septiembre, malditos "médicos" que te dejaron morir y que arrancaron sin compasión toda mi alma y la hicieron pedazos.
Desde ese día tengo la terrible sensación de que vivo enterrada en tu nicho, que dolor mas horroroso, inexplicable, lo único que me dejaron ver fue un ataúd blanco y frió... ese frió intenso sigue viviendo en mis manos. No puedo olvidar ese camino infinitamente largo hasta tu nicho, contigo en mis brazos, estabas ahí y no podía verte, solo besaba esa maldita caja blanca que llevaba tu cuerpecito frió, tan frió que las lágrimas que caían y se dejaban resbalar por tu caja quedaban selladas.
Me gustaría hacer llegar mi historia a todas las mamis, para que NINGUNA tenga que sufrir lo inexplicable, porque sinceramente, es el dolor mas intenso y profundo que un ser humano puede llegar a sentir.
Quiero que se sepa, quiero gritar le al mundo el nombre de los que ( para mi ) asesinaron a mi hijo Erik y fueron tan, tan tan crueles que ni siquiera me dejaron verlo, olerlo, sentirlo en mis brazos, besarlo, mirarlo, mimarlo aunque hubiese sido un instante.
El "Señor " Juan José Puebla, comadrón en practicas en el Hospital Joan XXIII de Tarragona ( por aquel entonces) fue la mano que destrozó mi vida y la de los que me rodean.
Espero verte pronto en el banquillo de los acusados con los demás "medicuchos· que aquella noche me arrancaron el alma.
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